Qué suerte tiene el sol, que te despierta
con sus besos de luz por la mañana
haciéndolo a través de tu ventana,
que suele estar de par en par abierta.
Los dirige a tu boca y siempre acierta
dejándolos en esos labios grana,
en donde la ambrosía a chorros mana
y allí con sumo gusto los inserta.
Si pudiera eso mismo realizar
lo haría con placer y sin parar
incluso hasta llegar a la locura,
siendo así el más feliz de los mortales
al no haber en el mundo dos iguales,
por su belleza y singular dulzura.
El Comisario del Viento - La buena vida
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En ese enero de año 22, el matrimonio
Canto-Montes, comenzó a vivir el primero de los cincuenta y pico de años
que los tendría...
Hace 4 días.