Hondas huellas…

Todavía pensando en la mujer aquella,
a la que le ofrecí regalarle una estrella...
Fue la mujer que quise y todavía quiero,
desde que la vi aquel día que venero.
Tal vez ella también me quiso, y piensa en mí,
en noches de desvelo, recordándome así…
Porque las cosas pasan pero nunca se olvidan,
si dos almas se alejan, aunque amando suspiran.
Quizás ella ame a otro hombre, como puede pasar,
como puede al contrario no dejarme de amar…
Y es que son cosas posibles cuando seres que se aman,
por causa del destino, sin querer se separan.
Y siempre la recuerdo porque dejó hondas huellas,
cuando me dio su amor y tantas cosas bellas,
ardiendo en llamaradas de calor y placer,
por lo que quedarán marcadas en mi ser…
Autor: Jose Enrique Flandez

21 de septiembre a las 22:14