No lo reconocí por mi camino.
Nunca a un Amor vi entre aquellas nubes
en que el astro que surge por mezquino
las sombras esparcía entre querubes.
Nunca a un Amor vi entre aquellas nubes
en que el astro que surge por mezquino
las sombras esparcía entre querubes.
Nunca a un Amor vi entre aquellas nubes
perdida entre sus ojos, triste calma
las sombras esparcía entre querubes
en el santuario estaba en rezo el alma.
Perdida entre sus ojos, triste calma
extrañaba el cortejo enamorado.
En el santuario estaba en rezo el alma
latía fuertemente pecho amado.
Extrañaba el cortejo enamorado
el sol tibio entre todos se asomaba
latía fuertemente pecho amado
porque por las hendijas él estaba.
El sol tibio entre todos se asomaba
en las ruinas de Agripa por mezquino
porque por las hendijas él estaba.
No lo reconocí en el camino...
Amalia Lateano
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